El Ayuntamiento de Noja ha concluido la restauración ambiental de la senda costera y el entorno de la Punta de la Mesa, cerca de la playa de Trengandín de la Villa. La propuesta tiene como fin la mejora del estado de conservación de esta zona natural que, debido a los procesos erosivos a raíz de la presencia de un mayor número de visitantes, ha perdido suelo y una consecuente degradación progresiva de la cubierta vegetal.
Dicho impacto se ha traducido en multiplicidad de caminos en los que la vegetación no se desarrolla plenamente. Además, existen ejemplares de varias especies de flora invasora, como el plumero, la chilca y el pitósporo.
Para lograr la recuperación se han puesto en marcha acciones de información y ordenación del uso que contribuyan a reducir este pisoteo, así como acciones de restauración pasiva destinadas a controlar los procesos erosivos y regenerar el suelo y la vegetación.
En concreto, la actuación se ha estructurado en cuatro acciones diferenciadas. La primera ha consistido en la instalación de diferentes paneles y señales informativas. Por un lado, se han colocado tres paneles informativos de 1,2 x 0,8 metros, destinados a informar a los usuarios sobre los valores ambientales del entorno y los fines del proyecto. Todos ellos se sitúan en los accesos a la senda.
Por otro lado, 15 señales de 25 x 30 centímetros se han distribuido a lo largo del recorrido para advertir y solicitar la colaboración de los usuarios de respetar las medidas de protección.
La segunda acción, de medidas de conservación y restauración, ha consistido en la instalación de captadores pasivos de arena en las zonas en las que la duna ha perdido su morfología. Se han dispuesto en alineaciones separadas entre 6 y 8 metros, con una densidad de 3 kg/ml.
Asimismo, se ha plantado vegetación dunar, destinada a regenerar la vegetación de las zonas pisoteadas que se han cerrado al tránsito. La planta procede del vivero de Loredo, de la Demarcación de Costas de Cantabria. En este sentido, también se ha eliminado manualmente la flora invasora.
La tercera de estas acciones consiste en medidas protectoras como el cierre de zonas en las que se han instalado los captadores, principalmente en la Punta de la Mesa, para evitar el acceso de los usuarios. Este cierre se ha realizado con postes de madera dispuestos cada 2/2,5 ml.
A esto se suman otros cierres disuasorios para evitar que los paseantes accedan a las zonas en restauración y se pueda mantener el trazado de la senda. Se trata de un vallado de madera de 0,5 metros de altura formado por postes de madera de 12 centímetros de diámetro.
La cuarta y última actuación ha sido la adecuación del antiguo puesto de artillería costera, una estructura defensiva que se ha acondicionado para uso público. En concreto, se han limpiado las paredes interiores y se ha instalado un banco que permita el uso de esta estructura como observatorio de aves marinas, así como refugio ocasional en días de tormenta o lluvias.
Zona de actuación
La zona en la que se han llevado estos trabajos cuenta con un sustrato marcadamente arenoso depositado sobre el rocoso subyacente. Se trata de uno de los mejores ejemplos que existen en Cantabria de un campo de dunas sobre el acantilado.
El campo dunar ocupa buena parte del litoral entre los arenales de Ris y Tregandín, al menos en su porción más septentrional, formando un cinturón de depósitos sobre las calizas de era secundaria subyacentes. La presencia de estas arenas se relaciona con una importante dinámica eólica en este sector del litoral, asociada a la existencia de un litoral acantilado de escasa elevación.
El equilibrio que se establece entre depósitos y transporte genera un perfil de depósitos muy característico en el que las arenas se depositan sobre el lecho rocoso a partir de una cierta distancia del borde del acantilado y hacia el interior. El origen de este campo dunar está ligado al sub-periodo Holocénico, el más reciente.
Esta duna se consolida como una zona de acumulación de sedimentos en la zona más occidental del arenal; aporta diversidad y capacidad de generar nuevos hábitats en su seno, por lo que es considerada de una gran calidad ambiental.
Desde el punto de vista de los hábitats, los dominantes en esta duna son la duna blanca o secundaria y la duna gris.
Entre las especies más representativas de la duna secundaria destacan el barrón, el cardo de duna, nardo marino y la corregüela, en tanto que la duna terciaria está más diversificada, con especies como la clavelina, la cola de conejo, diversas gramíneas de los géneros Agrostis o Festuca o la mielga litoral.
El presupuesto total de todas las actuaciones, destinadas a que vecinos y visitantes puedan disfrutar del entorno de un modo más sostenible, asciende a 29.603,86 euros. La cantidad es el importe de la subvención concedida por la Dirección General del Medio Natural, de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria, cumpliendo los requisitos establecidos en la Orden MED/37/2016, de 20 de junio, por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de subvenciones en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cantabria.