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EL AYUNTAMIENTO APUESTA POR LA CONSERVACIÓN MEDIOAMBIENTAL Y RESTAURARÁ LOS SISTEMAS DUNARES DE LA PLAYA DE RIS
13/11/2020 :   La intervención estará subvencionada por el Gobierno de Cantabria
El Ayuntamiento de Noja va a realizar una serie de actuaciones para la conservación y restauración de los sistemas dunares de la playa de Ris, un proyecto global que contempla diversas acciones de información y ordenación del uso del entorno para reducir el efecto de la presencia de vecinos y visitantes en el entorno natural, así como intervenciones para la restauración del ecosistema. La intervención estará subvencionada por el Gobierno de Cantabria a través de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medioambiente, con un coste de 30.000 euros.

En concreto, el fin último de esta iniciativa es detener el deterioro y las amenazas de los hábitats dunares del entorno de la playa de Ris. Este entorno, a consecuencia de una falta de ordenación del uso público sufrida durante décadas, ha sufrido un “pisoteo excesivo, sobre todo en la época estival”, ha señalado el concejal de Medio Ambiente, Javier Martín, lo que ha provocado una degradación de los hábitats vegetales y un incremento de los procesos erosivos.

La consecuencia principal, ha explicado el edil, es la “pérdida de arena del suelo y la consecuente degradación progresiva de la cubierta vegetal”. Ante esto, el proyecto pretende “promover la conservación” de las comunidades biológicas existentes en esta zona dunar, así como favorecer la regeneración de todas esas comunidades alteradas por el uso público.

Martín ha destacado la importancia de una actuación que “devolverá a este entorno todo el atractivo natural” y permitirá “un uso más ordenado y sostenible de una de las zonas más frecuentadas y conocidas de la Villa”.

El alcalde de Noja, Miguel Ángel Ruiz Lavín, ha subrayado que “el equipo de Gobierno continúa trabajando para que los diferentes ecosistemas de la Villa se desarrollen sin verse afectados por la degradación que provoca la presencia humana”. Por eso ha considerado “necesario que vecinos y visitantes cuenten con un entorno ordenado”, en el que puedan “disfrutar del ocio al tiempo que se respeta la biodiversidad tan rica y variada que tiene el municipio”.


Acciones

El proyecto pretende, de manera específica, mejorar el estado de conservación de los hábitats prioritarios que son de interés comunitario, como las dunas móviles embrionarias, las dunas móviles del litoral, que constituyen la segunda banda de este sistema dunar, y las dunas costeras fijas con vegetación herbácea, y que se caracterizan por tener un sustrato fijo o semifijo colonizado por plantas y pequeños arbustos.

También se busca reducir la presencia de ejemplares de flora autóctona invasora, principalmente plumero, chilca, uña de gato y pitósporo; contribuir a mejorar el conocimiento y la percepción social sobre los hábitats naturales; promover la responsabilidad social en la conservación de estos hábitats; y mejorar la capacidad de acogida y la ordenación del uso público de esta zona.

Las acciones se dividen en tres grupos. El primero se centra en medidas de información y señalización, contemplando la instalación de dos paneles informativos de 100x100 centímetros con información sobre los valores ambientales del entorno, los fines del proyecto y las medidas de conservación y responsabilidad de los usuarios. Se situarán en los accesos principales al recorrido peatonal de esta zona.

También se incluye en estas acciones la instalación de 15 señales de pequeño tamaño distribuidas a lo largo del recorrido, con mensajes breves destinados a llamar la atención sobre situaciones concretas, especies singulares y zonas erosionadas, así como solicitando la colaboración de los usuarios para respetar las medidas de protección.

El segundo grupo de medidas se refieren a la conservación y restauración, entre ellas la instalación de captadores pasivos de mimbre en las zonas en las que la duna ha perdido su morfología. También se prevé la plantación de vegetación dunar para regenerar las zonas pisoteadas que actualmente están cerradas al público. Por último, se eliminará manualmente la flora invasora.

Por último, se realizarán medidas protectoras como los cierres disuasorios para disuadir a los paseantes de acceder a las zonas de restauración, en un tramo de 350 metros. Dicho cierre se llevará a cabo con postes de madera y una malla, en consonancia con el proyecto LIFE+ARCOS.

Junto a esto, se instalarán las balizas direccionales de madera para señalizar los accesos a la playa.