Entrando en Noja, concretamente en el barrio de Cabanzo, escondida entre los árboles se encuentra la casa solar de Venero. Hoy casona Arnáiz, fue construida por el capitán D. Francisco de Venero y Cabanzo.
La casa de Noja tiene un evocador jardín de factura romántica y fue adquirida y restaurada por don Eloy Arnáiz de Paz, autor de varias piezas literarias, entre las que destaca el libro titulado “Del hogar solariego montañés”, maravillosa colección de pequeñas narraciones.
En la casona de Venero hay varios escudos. En el jardín, el de su casa incendiada de Santander, con armas de Castillo y Cabrera. También en el jardín, un rollo heráldico con lema "casa de Venero, año de 1693".
En la fachada, dos magníficas labras representan las armas de Cabanzo y Venero, respectivamente, y en un ángulo de la casa, sobre un cubo, las armas de Venero bajo una corona que sirve de timbre.
Don Pedro Assas y Venero se casó con doña Clara del Castillo y tuvieron un hijo, don Pedro de Assas y Venero, que vivió en la casona de Assas de Noja y fue comandante del puerto de Santander.
Los Venero siempre han estado muy vinculados a la Villa. Claro ejemplo de cariño y ligazón es el caso del capitán don Pedro de Venero, quien desde México envío 1.000 escudos de plata para fundar las escuelas de primeras letras. La viuda del capitán don Francisco de Venero, doña Maria Ana de Garvijos, fue patrona de las escuelas en 1717.